¿Qué pasó en 2014?
En 2013 tuvo lugar en Ucrania el llamado "Euromaidan". Si nos vamos a el periódico El PAIS, veremos una versión bastante irrisoria de lo que ha pasado en Ucrania en los últimos años. Según este periódico, el "Euromaidan" fue la respuesta de la ciudadanía ucraniana ante una presunta invasión de Rusia a la soberanía de Ucrania. El artículo es un viva la Unión Europea, y vamos a hablar de esos "ciudadanos" como héroes anónimos (casi parecen revolucionarios al estilo del Che), y vamos a retomar el discurso de la Guerra fría: la URSS quiere secuestrar a toda tu familia y Stalin se quiere comer hasta tu gato.
Vale, ahora en serio, ¿qué ha pasado? Antes de esta "revolución", el presidente de Ucrania era Víktor Yanukóvich, que era más partidario de relaciones con Rusia, mientras que los "opositores", y actuales gobernantes, eran más partidarios de tratar con la Unión Europea.
Esto viene por unos acuerdos que Ucrania necesitaba firmar para salir de la precaria situación en la que estaba, y las opciones eran Rusia o Unión Europea. Cada uno ofrecía a Ucrania los siguientes acuerdos:
- Unión Europea: 1.000 millones de euros en forma de préstamo hacia Ucrania. Este trato implicaría que Ucrania tendría que adaptarse a los "estándares europeos", es decir, que igual que pasó con España cuando esta entró en la UE, los ucranianos perderían toda su infraestructura industrial. La diferencia está en el rol que jugaría Ucrania en la UE, que seguramente sería el mismo que sus vecinos: proporcionar mano de obra barata para el resto de Europa.
- Rusia: 15.000 millones de dólares en compra de bonos además de una bajada del 33% en el precio del gas. Obviamente este acuerdo es más ventajoso, pero hay que cogerlo con pinzas. Este acuerdo busca satisfacer principalmente los intereses de Rusia, que hay que recordar pese a que nos duela que ya no es la URSS. Este acuerdo aporta mayores beneficios a Ucrania y no la deja tan atada a una potencia extranjera, pero sigue estando atada.
El gobierno de Ucrania firmó el acuerdo de Rusia, algo que no gustó a EEUU, Europa y sus aliados locales, y la maquina imperialista se puso en funcionamiento. Comenzaron las protestas, y diversas figuras políticas occidentales se dejaron ver por la plaza Maidán, dejando claro su apoyo a la oposición pro-Unión Europea.
La tensión fue en aumento hasta que el 22 de febrero de 2014, tras la firma de unos acuerdos entre oposición y gobierno, la oposición lo rompe en la misma noche que se firma este, cuando los sectores más radicales dan un golpe de estado y el presidente se ve obligado a huir del país.
La tensión fue en aumento hasta que el 22 de febrero de 2014, tras la firma de unos acuerdos entre oposición y gobierno, la oposición lo rompe en la misma noche que se firma este, cuando los sectores más radicales dan un golpe de estado y el presidente se ve obligado a huir del país.
Como era de esperar, Estados Unidos le quita la legitimidad al presidente Yanukóvich (como si Ucrania fuera su jurisdicción) y el presidente es destituido en el parlamento Ucraniano.
(Intervención de Willy Meyer acusando a Europa y a Estados Unidos de orquestar el golpe)
Las Repúblicas Populares y el comienzo de la Guerra Civil.
La pregunta más razonable en este punto es la siguiente: Si el presidente está fuera, ¿cómo comenzó la Guerra Civil?
Mientras que en el este de Ucrania, los rebeldes rusos contaban con gran apoyo, en el oeste de Ucrania la situación era prácticamente la contraria por motivos que más tarde explicaré. La cultura rusa o cualquier cuestión relacionada con rusia empezó a ser perseguida y sigue estándolo hasta hoy. Un ejemplo sería el veto del espacio aéreo ucraniano a Rusia o detenciones a periodistas con nacionalidad rusa con la excusa de que apoyan a milicias "prorrusas en el Donbass".
Tras el golpe de estado apoyado por UE y EEUU, comienzan las reacciones en el este de Ucrania. La primera reacción significativa fue la independencia de Crimea, territorio de gran influencia rusa. Fue un momento de gran tensión entre Ucrania y Rusia. Crimea había votado en 2010 mayoritariamente al presidente Yanukovich y era contraria al golpe de estado. Ante el temor a las medidas del gobierno (que por supuesto llegaron) o de los grupos fascistas responsables del golpe, plantearon la independencia de la región, solicitando la ayuda de Rusia (que intervino por sus intereses geoestratégicos) y convocando un referéndum en marzo de 2014. Finalmente, con una participación del 82,7% y el 96,7% de votos a favor, la independencia de Crimea sale adelante. Como era de esperar, y en coherencia con su intervención imperialista, Estados Unidos y la Unión Europea no reconocieron el resultado ni el retorno de la región a Rusia.
Pero la tensión no acaba ahí. Las regiones de Donetsk y Lugansk, tampoco querían permanecer en Ucrania y los acontecimientos que tuvieron lugar en estas regiones fueron y son mucho más duros que en Crimea.
El 7 de abril, tras tomar el control de los edificios gubernamentales, se proclama la República Popular de Donetsk. Estas tomas de poder se repiten en varias zonas de Ucrania, fracasando en Járkov debido a la intervención del ministerio del interior, o triunfando en otras zonas como en Lugansk. Ante estos sucesos, Moscú advitió del riesgo de la Guerra Civil, la cuál terminó estallando y sigue en marcha a día de hoy.
Este contra oeste
Está claro que la guerra enfrenta al este contra el oeste, pero además de los motivos imperialistas que mueven a las potencias extranjeras, a todas, hay que hablar de los motivos históricos y culturales que mueven a ambos bandos.
Tras el golpe de estado apoyado por UE y EEUU, comienzan las reacciones en el este de Ucrania. La primera reacción significativa fue la independencia de Crimea, territorio de gran influencia rusa. Fue un momento de gran tensión entre Ucrania y Rusia. Crimea había votado en 2010 mayoritariamente al presidente Yanukovich y era contraria al golpe de estado. Ante el temor a las medidas del gobierno (que por supuesto llegaron) o de los grupos fascistas responsables del golpe, plantearon la independencia de la región, solicitando la ayuda de Rusia (que intervino por sus intereses geoestratégicos) y convocando un referéndum en marzo de 2014. Finalmente, con una participación del 82,7% y el 96,7% de votos a favor, la independencia de Crimea sale adelante. Como era de esperar, y en coherencia con su intervención imperialista, Estados Unidos y la Unión Europea no reconocieron el resultado ni el retorno de la región a Rusia.
Pero la tensión no acaba ahí. Las regiones de Donetsk y Lugansk, tampoco querían permanecer en Ucrania y los acontecimientos que tuvieron lugar en estas regiones fueron y son mucho más duros que en Crimea.
Este contra oeste
Está claro que la guerra enfrenta al este contra el oeste, pero además de los motivos imperialistas que mueven a las potencias extranjeras, a todas, hay que hablar de los motivos históricos y culturales que mueven a ambos bandos.
Ucrania es un país dónde conviven rusos y ucranianos mayoritariamente (hay también otras nacionalidades, pero en mucho menor número). Rusos se concentran al este, junto a Rusia, y la mayoría ucraniana en el otro extremo del país. Cuando dos culturas distintas conviven en un mismo país, es normal que surjan conflictos entre ambas, incluso una guerra como la actual. La única guerra de proporciones similares que afectó a Ucrania fue la Segunda Guerra Mundial (conocida en el este como la Gran Guerra Patriótica) y la ocupación nazi durante el conflicto.
Cuando los nazis invadieron la República Socialista de Ucrania, estos se apoyaron en los nacionalistas ucranianos, quienes a su vez, veían en los nazis la oportunidad para separarse de la Unión Soviética. Además, los fascistas ucranianos colaboraron con los nazis durante la ocupación para exterminar al pueblo judío en Ucrania.
El líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, Stepan Bandera, es la figura más reivindicada por los nacionalistas ucranianos, sin embargo, la mayoría suelen obviar u ocultar el pasado fascista de este señor. Cuando por fin logró su objetivo de establecer una república ucraniana independiente, el gobierno formado por su organización fue rápidamente depuesto por los nazis.
Los nazis querían el control absoluto de la región, por lo que Ucrania no podía ser independiente, si no una colonia. Stepan gozó de ciertos privilegios como una celda especial. A esos privilegios se le unió el de haber sido liberado en 1944 por sus captores. Recordemos que el resto de prisioneros no tuvo tanta suerte.
¿Y cuál fue la reacción al otro lado del frente? Pues mientras que en occidente se ven estatuas de Bandera, en la zona del este se conmemora a los antiguos líderes soviéticos, principalmente a Lenin y a Stalin, ya que estos son vistos como los símbolos de la liberación de Ucrania del imperialismo y del fascismo. Mientras que el oeste ve en Rusia (y en la URSS) una nación que viene a invadirles e imponer su cultura, el este ve a Rusia como parte de su cultura, y su único apoyo ante el auge del fascismo en este país.
Como conclusión, lo único que puedo decir, es que esto es a lo que se llega cuando se subestima el fascismo y la izquierda se duerme en el posmodernismo y el liberalismo, a un estado en el que el fascismo campa a sus anchas para estrangular al obrero mientras el burgués se llena los bolsillos.
Si la izquierda no empieza a entender la gravedad de la situación actual y empieza a actuar como lo que un día fue, más nos vale prepararnos para el retorno de las banderas victoriosas durante otros cuarenta años.
¿Y cuál fue la reacción al otro lado del frente? Pues mientras que en occidente se ven estatuas de Bandera, en la zona del este se conmemora a los antiguos líderes soviéticos, principalmente a Lenin y a Stalin, ya que estos son vistos como los símbolos de la liberación de Ucrania del imperialismo y del fascismo. Mientras que el oeste ve en Rusia (y en la URSS) una nación que viene a invadirles e imponer su cultura, el este ve a Rusia como parte de su cultura, y su único apoyo ante el auge del fascismo en este país.
Como conclusión, lo único que puedo decir, es que esto es a lo que se llega cuando se subestima el fascismo y la izquierda se duerme en el posmodernismo y el liberalismo, a un estado en el que el fascismo campa a sus anchas para estrangular al obrero mientras el burgués se llena los bolsillos.
Si la izquierda no empieza a entender la gravedad de la situación actual y empieza a actuar como lo que un día fue, más nos vale prepararnos para el retorno de las banderas victoriosas durante otros cuarenta años.