lunes, 25 de junio de 2018

"Da igual, no te quejes"

Recientemente, navegando por twitter encontré está maravillosa (sarcasmo) pieza en la que se habla de que los llamados "millenials" (ya no se ni de qué año a qué año va), somos unos quejicas y unos vagos, en fin el típico discurso liberal de "si te va mal es por tu culpa".

Me pagan una mierda para lo preparado que estoy: Los millennials se creen Dios (Ojo al título)

La escritora comienza contando cómo fue su vida de estudiante diciendo como que al principio todo era muy bueno pero que con la crisis todo se fue al garete. Lo que más me llama la atención es cuando dice:

 la crisis truncó nuestra planificada vida y nuestros padres terminaron por darse cuenta que estudiar una carrera no nos abriría las puertas de ese chalet en Denia que nos serviría de segunda residencia. Si no podemos optar a una primera…

Esto ya deja claro que quien escribió este artículo tuvo ciertas dificultades, pero tampoco se "despeinó demasiado", quiero decir, que recordemos que hubo como seis millones de personas que no podían llevar un sueldo a casa, unos 205.649 desahucios (entre 2014 y 2018), si no me he confundido al sumar, y un sabotaje de los servicios públicos que no se veía desde el PSOE de González y el PP de Aznar. Sinceramente si la perdida más destacable es la perdida de tu segundo chalet, algo me dice que a ti la crisis no te afectó demasiado.

El resto del artículo se resume en la frase que suelta justo después de ese párrafo: Pero no me quejaré ni me quejo. Teniendo esa "filosofía", no me sorprende en absoluto que "los millenials" seamos unos quejicas desde tu punto de vista, al fin y al cabo, es la doctrina liberal del esfuerzo como Dios salvador y sanador de todos los males. Da igual lo que te haya pasado, si estás mal o has sufrido algún daño (un despido, una rebaja de sueldo, etc), es culpa tuya por no haberte esforzado más.

Continua contando una experiencia que tuvo con un chico al que le pidió un minuto de montaje de vídeo para La Gala de los Óscar, y él le respondió que eran las dos menos cuarto y que el terminaba de trabajar a las tres (ya de paso aprovechamos para decir que los artistas son aún más vagos).
En primer lugar, el trabajador seguramente estaría ocupado con otros proyectos para los que esos quince minutos le vendrían de perlas; en segundo lugar, hacer un montaje no es algo que se haga en 15 minutos a no ser que sea poner unos subtítulos mal puestos; y en tercero, el cobra por su jornada laboral (como cualquier otro trabajador) así que doy por hecho que estabas dispuesta a pagarle por el trabajo que te iba a hacer.

Ahí estaba el problema. A mí no me estaban pagando lo que debían tras casi siete años de trabajo incansable, ¿pero a él? Él llevaba menos de un año en la empresa, era su primer trabajo tras ser becario en otra y se creía el absoluto rey del mambo.

Sinceramente tengo la sensación de que los pensamientos de ese "vago" eran más parecidos a "llevo horas trabajando (porque tampoco has dicho cuánto dura su jornada, no son lo mismo 4 horas que 8, y sospecho que su jornada tiende más al mayor número), estoy a punto de irme a casa a descansar y me vienes a pedir un vídeo-montaje de un minuto (como si 1 minuto de montaje se hiciera en 1 minuto de trabajo, sabes que no es así), si no te importa quiero irme a descansar a mi casa.

En cuanto a la primera parte de la última cita, lo único que demuestras es que tus derechos laborales no te importan en absoluto, mientras que el chaval al que tu llamas "vago" tiene un mínimo de conciencia sobre lo que se le puede exigir y lo que no, y gracias a esos "vagos", o como los llamamos el resto, huelguistas, tu jornada laboral no puede pasar de 8 horas, pero bueno, siempre te puedes creer una auténtica currante por dejarte explotar sin rechistar.

En cuanto al resto del artículo, se basa en vender que todos esos jóvenes no somos capaces de ver lo "privilegiados" que somos por trabajar sin cobrar, o tener una jornada abusiva con un sueldo ridículo (todo un privilegio currar 12 horas mal pagadas en negro, y en ocasiones una seguridad que es más que cuestionable). ¿Primer argumento para defenderse? Que hay 6 millones igual que yo. Me parece muy bien, en la época esclavista había millones de esclavos, creo que el que sean 300 en lugar de 200 o 400 no cambia que la esclavitud fuera (y sea) un abuso.

¿Segundo argumento para defenderse? Yo lo pasé muy mal. Vale, y hay gente a la que han echado de la carrera porque no pudo pagar las tasas, a otra la echaron de su casa, y en lugar de alardear de lo mal que lo han pasado, muchos se dedicaron a defenderse y a ayudar a otras personas a que no les pasara lo mismo, por eso existen asociaciones como la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) o las asociaciones de estudiantes. Tu experiencia individual no invalida la de los demás, a mi no me han embargado la casa y de momento, mis padres pueden pagar mi carrera, eso no significa que no tenga legitimidad para quejarme, y tampoco quiere decir que no haya habido desahucios.

En conclusión, el artículo se resume en soltar el típico discurso liberal de los individuos progresan con su propio esfuerzo, aunque luego te despidan, o tu jefe te explote, culpa tuya por no esforzarte más; y luego tienes la criminalización del pobre y del que se queja, ese divide y vencerás, que hace que la clase obrera busque enemigos en todos lados, menos en quien le explota y se lucra de su trabajo, que no es otro que el burgués de turno

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